En las recientes elecciones presidenciales, el apoyo de los votantes latinos hacia Donald Trump experimentó un notable aumento, alcanzando un 45%, lo que marca un récord histórico para un candidato republicano, superando a George W. Bush en el 2004. A pesar de que Kamala Harris, candidata demócrata y vicepresidenta, logró un 53% del voto hispano, esta cifra está lejos de los altos porcentajes obtenidos por otros demócratas en el pasado, como Joe Biden en 2020 o Barack Obama en 2008.
Este giro en el apoyo latino se reflejó en las caídas significativas del voto a favor de Harris en varios estados clave. En Michigan y Pensilvania, el respaldo latino a la demócrata cayó hasta 24 y 21 puntos porcentuales, respectivamente, comparado con las elecciones de 2020. También se registraron retrocesos importantes en Florida y Texas, donde el apoyo latino a Harris descendió en 11 y 15 puntos, respectivamente.
El repunte de Trump entre los votantes latinos se debe en parte a sus propuestas económicas centradas en la lucha contra la inflación, la creación de empleo y su crítica a la política migratoria del gobierno actual. Los latinos, un grupo electoral muy diverso y disperso en todo el país, jugaron un papel clave en el regreso de Trump a la Casa Blanca, al sentirse atraídos por su enfoque en temas económicos y de seguridad.
En este contexto, Trump logró una victoria clara en cinco de los siete estados, lo que le dio el mandato necesario para retornar a la presidencia. A pesar de que aún faltan los resultados definitivos de Nevada y Arizona, el candidato republicano mantiene ventaja en esos estados, consolidando su posición de liderazgo entre los votantes latinos y asegurando su triunfo en esta contienda electoral.
Redacción: Zully Cjuro