Cientos de personas participaron este domingo en diferentes manifestaciones llevadas a cabo en Madrid y diferentes regiones de España para exigir mayor calidad en los establecimientos públicos de salud y para pedir las derogaciones de las leyes que facilitan la privatización del sistema sanitario.
Según datos oficiales de la policía, fueron cerca de 250.000 personas — un millón según los organizadores — quienes, convocados por 74 organizaciones, se desplazaron por las principales calles de Madrid para pedir una mejora en el sistema de salud que ha expuesto múltiples carencias a raíz de la pandemia de la covid-19.
Estos movimientos, que empezaron a finales de noviembre del año pasado, solicitan la reivindicación de una atención no menor de 10 minutos por paciente, una limitación de las agendas de los profesionales de salud y una mejora en las condiciones laborales para evitar la fuga de talentos a otros países.
La política del gobierno, caracterizada por los sucesivos gobiernos del Partido Popular y la tendencia a la privatización, está orientada «a garantizar los beneficios de empresas y lobbies sanitarios, en lugar de estar enfocada al cuidado de todas las personas y a garantizar nuestro derecho a la salud», comentó un manifestante de Madrid.
En otras regiones como Santiago de Compostela y Burgos, la policía comunicó que asistieron cerca de 22.000 y 11.000 manifestantes, respectivamente, para arremeter contra la precarización de los servicios de atención primaria, como las urgencias y el déficit de infraestructuras sanitarias.