Foto: Andina

El 2 de agosto se celebra la «Indulgencia plenaria de la Porciúncula» en la Basílica de San Francisco de Lima y en los templos franciscanos de todo el mundo. En esta actividad los frailes franciscanos también comparten el tradicional «puchero franciscano», suculento caldo de verduras y carne, con sabor a perdón y solidaridad.

El potaje se sirve con un pan francés y emoliente, teniendo como fondo musical el canto gregoriano. Desde hace varias décadas, Fr. Roque Chávez Castro, OFM está a cargo de esta importante labor. El fraile, recibe donaciones de verduras, menestras, legumbres y carnes de mercados, instituciones y vecinos del Rímac, para la preparación de este evento con semanas de anticipación.

¿Qué significado tiene la fiesta de la porciúncula?

Por eso cada año, mientras la sopa se prepara con la colaboración de voluntarios bajo la dirección del hermano Roque, los feligreses asisten a la misa, se confiesan y reciben la comunión, para luego saborear su ración de puchero, en el día en que se recuerda el momento de oración que realizó san Francisco de Asís, al interior del templo de la Porciúncula, dedicado a la advocación mariana de nuestra señora de los Ángeles, para pedir el perdón de los pecados del mundo entero.

Esta «fiesta del perdón» tiene como fin obtener la indulgencia plenaria para todos los fieles, concediendo así una reconciliación plena y una renovación espiritual en su relación con Dios.

Es importante destacar que la celebración de la Porciúncula en el Rímac fue reconocida como “Patrimonio Cultural de la Nación” por el ministerio de cultura, mediante la resolución viceministerial N° 169-2019, por ser “parte consustancial de la historia y cultura del Rímac”.

Redacción: Talia Vargas.