
Durante cuarenta días todos tenemos la oportunidad de reencontrarnos con Dios, el padre misericordioso que está dispuesto a perdonar y amar a quien desea tenerlo en su vida. En consecuencia, la cuaresma es un tiempo de penitencia que consiste en ofrecer un sacrificio personal para estar en gracia, es decir, permanecer libre de vicios y placeres para tener un corazón limpio por Dios y, también, para el prójimo.
¿Por qué dura 40 días?
La cuaresma recuerda los momentos que vivió Jesús al ser tentado por Satanás durante los 40 días que pasó en el desierto. Para vencerlo, Jesús oró sin pausa, y ayunó. Un gran ejemplo para todos los fieles que ahora tenemos que reflejarlo en nuestro día a día.
Eso implica tener fuerza de voluntad y renunciar de nuestros gustos, por ejemplo, dejar de ver televisión todo el tiempo, usar las redes sociales sin restricciones, no comer alguna comida o postre que uno disfrute. El tiempo invertido en esas actividades puede destinarse también a la oración y a las buenas obras, ya sea participando activamente en la parroquia o realizando un voluntariado en zonas vulnerables y pobres.
Ayuno y abstinencia
Para vivir plenamente la cuaresma, como cristiano se necesita seguir algunas normas de ayuno y abstinencia, actos que manifiestan tu penitencia para alcanzar la salvación. El ayuno implica que la persona, entre 18 y 59 años, consuma una sola comida completa acompañada de otras meriendas en el día. Así mismo, los viernes de Cuaresma, se debe abstener de consumir carnes.
Este miércoles inició la cuaresma con la misa del miércoles de ceniza. En las redes sociales se compartieron “selfies” con la cruz marcada en sus frentes, que siempre el sacerdote las realiza con las cenizas de las palmas de domingo de ramos. ¡FELIZ CUARESMA PARA TODOS!
Redacción: Mitzi Mendoza