Caos en Dublín: enfrentamientos desata disturbios y protestas extremistas en el corazón de Irlanda

Las protestas pacíficas se transformaron en disturbios ya que los manifestantes atacaron a la policía utilizando botellas, fuegos artificiales y otros artefactos caseros. Además, se incendiaron varios coches de los agentes del orden, autobuses y tranvías.

El 23 de noviembre se registró un enfrentamiento entre 4 personas en el centro de Dublín, Irlanda, dejando heridos a tres niños y a una mujer. El principal sospechoso del ataque es un hombre de 25 años, presuntamente de origen argelino, quien fue detenido por la policía.

En respuesta a este incidente, se convocaron importantes protestas en Dublín. La mayoría de los manifestantes eran grupos de extrema derecha quienes utilizaron el suceso para expresar su descontento con la inmigración. Los participantes portaban banderas nacionales y pancartas con el mensaje «Irish Lives Matter» (Las vidas de los irlandeses importan).

Las protestas pacíficas se transformaron en disturbios ya que los manifestantes atacaron a la policía utilizando botellas, fuegos artificiales y otros artefactos caseros. Además, se incendiaron varios coches de los agentes del orden, autobuses y tranvías.

Los efectivos respondieron utilizando gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes quienes continuaban atacandolos. Los disturbios se prolongaron durante varias horas y causaron daños considerables a la propiedad pública en diversas áreas de Dublín.

Tras lograr contener la situación, la policía informó el arresto de 20 personas vinculadas a los violentos enfrentamientos y hasta el momento no se han reportado muertos ni heridos de gravedad.

Estas protestas en Dublín han generado una preocupación generalizada en Irlanda. Los líderes políticos expresaron su inquietud por el aumento de la violencia y el discurso de odio en el país contra los inmigrantes.

Los organismos de los  derechos humanos condenaron los disturbios y solicitaron al gobierno que tome medidas para proteger a las minorías. Los eventos en Dublín reflejan los crecientes problemas de racismo e intolerancia que ya llevan años desarrollándose en Irlanda. El gobierno irlandés condenó los disturbios y anunció medidas para prevenir eventos similares en el futuro.