
El expresidente de Bolivia, Evo Morales, decidió no asistir este jueves a su citación en la fiscalía, donde debía declarar en relación con la investigación sobre el presunto caso de trata de personas y estupro (abuso sexual de una menor). Este caso ha ganado relevancia en la política nacional y ha generado un fuerte debate sobre la justicia en el país.
El abogado de Evo Morales, Nelson Cox, declaró que su cliente no se presentará ante la Fiscalía hasta que el proceso legal se «regularice». Según la defensa, el expresidente de Bolivia argumenta que el caso en su contra es parte de una «persecución política» orquestada por el actual presidente Luis Arce. Morales, de 64 años, sostiene que se busca dañarlo políticamente debido a su influencia dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido gobernante que lideró durante años.
Morales es acusado de haber abusado sexualmente de una menor de edad con la que, presuntamente, tuvo un hijo. Los hechos habrían ocurrido en 2016, durante su gestión como presidente. La víctima, una joven que formaba parte del grupo juvenil «Generación Evo», creado por Morales, tenía solo 15 años en el momento de los hechos. La fiscalía de Bolivia sostiene que los padres de la menor habrían consentido la relación a cambio de favores o prebendas políticas.
El exmagistrado del Tribunal Constitucional, Marco Antonio Valdivieso, advirtió que si Morales no presenta una justificación válida para su inasistencia, se emitirá una orden de aprehensión en su contra. De igual manera, el ministro de Justicia, César Siles, aseguró que Morales podría ser detenido si sigue rehusándose a asistir a las citaciones de la fiscalía.

La denuncia de trata de personas fue presentada el 26 de septiembre, tres días después que Evo Morales y miles de sus seguidores llegaran a la ciudad de La Paz tras marchar 187 kilómetros por siete días por el altiplano. | Fuente: AFP
Resoluciones en el «caso Evo«
Este caso no es la primera acusación grave que enfrenta Morales. En años anteriores, se ha señalado la interferencia del poder político en la justicia boliviana, lo cual habría obstaculizado investigaciones contra figuras de alto perfil, como es el caso de Morales. En 2020, diversas organizaciones civiles y la comisión interamericana de derechos humanos (CIDH) criticaron la falta de independencia judicial en Bolivia.
Las tensiones entre Evo Morales y el presidente Luis Arce han aumentado debido a la disputa interna por el control del MAS y la candidatura presidencial de cara a las elecciones de 2025. Analistas políticos advierten que si el caso de trata de personas avanza en la justicia, podría significar el final de la carrera política de Morales, quien fue el primer presidente indígena de Bolivia y una figura clave en la política nacional desde la década de los noventa, cuando se consolidó como líder de los cocaleros.
Además del caso de trata y estupro, esta semana se sumaron dos denuncias más en Cochabamba por violación, según informó Tatiana Herrera, directora de género de la Alcaldía de esa ciudad. A pesar de la gravedad de estas denuncias, aún no se han revelado detalles específicos sobre estas acusaciones.
Redacción: Lucero Dulanto