Cada 12 de junio, el mundo recuerda la urgente necesidad de erradicar el trabajo infantil. En ese sentido, según la Organización Internacional del Trabajo, esta fecha conmemorativa busca visibilizar una realidad dolorosa que afecta a millones de niños, incluyendo a más de 760 mil menores en el Perú. Así lo indica la Encuesta Nacional de Hogares de 2022, elaborada por el INEI.
Por ello, la infancia de muchos niños peruanos se ve truncada por la necesidad. En zonas rurales, selváticas y mineras, niños de entre 5 y 17 años deben trabajar para ayudar a sus familias. Además, la pobreza, la falta de acceso a la educación y la informalidad estructural los empujan a un mundo que no les corresponde.
A su vez, Ricardo Valdés, director ejecutivo de CHS Alternativo, advierte que las cifras podrían ser aún más altas. De acuerdo con sus declaraciones, tras la pandemia, el trabajo infantil se intensificó en sectores como la agricultura, la pesca, la minería ilegal y hasta en redes de trata de personas. No obstante, la ausencia de datos actualizados impide dimensionar la magnitud real del problema.
Infancia forzada a trabajar
Asimismo, la OIT estima que más de 54 millones de menores realizan trabajos peligrosos en el mundo. En el caso del Perú, muchos de ellos son empleados en condiciones extremas, como en la minería ilegal. Por ejemplo, en junio de 2024, una intervención en Ucayali halló a menores de entre 7 y 15 años operando en dragas de extracción de oro, lo que vulnera gravemente sus derechos fundamentales.
De igual forma, Mónica Muñoz Najar, economista de REDES, señala que estos niños no solo se exponen a riesgos físicos, sino que también quedan excluidos del sistema educativo. Como consecuencia, esta situación los condena a menos oportunidades en la adultez, perpetuando un ciclo de pobreza que afecta directamente el desarrollo del país.
Finalmente, aunque la ley peruana permite el trabajo desde los 14 años bajo condiciones específicas, esta norma muchas veces no se cumple. A pesar de los esfuerzos de la SUNAFIL, el Ministerio de Trabajo y la PCM, el trabajo infantil sigue presente. Por lo tanto, continúa siendo una herida abierta que exige atención urgente de toda la sociedad.
Redacción: Vanessa Portocarrero