Composición SRRTV, Zuly CJuro.

El ultranacionalista Calin Georgescu sorprendió al mundo político rumano al ganar la primera vuelta de las elecciones presidenciales, desafiando todas las predicciones. Sin respaldo de partidos ni presencia en debates televisados, su campaña se apoyó exclusivamente en redes sociales, especialmente en TikTok, donde acumuló seguidores mediante videos virales. Ahora, se enfrentará a la liberal nacionalista Elena Lasconi en la segunda vuelta, prevista para el 8 de diciembre.

Georgescu, desconocido para gran parte del electorado hasta hace poco, utilizó estrategias digitales innovadoras para conectar con votantes jóvenes y descontentos. Analistas atribuyen su éxito al malestar social por la inflación, el descontento con los partidos tradicionales y, posiblemente, a campañas de desinformación. Su mensaje prorruso y sus críticas a la OTAN y la Unión Europea han causado controversia, dejando al país en un clima político incierto.

En sus declaraciones tras las elecciones, Georgescu aseguró que el pueblo rumano «ha despertado» y busca liberarse de la influencia extranjera. Su discurso mezcla mensajes económicos con tintes religiosos, presentándose como un «enviado de Dios». Sin embargo, sus posturas han generado preocupación, ya que en el pasado ha defendido figuras asociadas al Holocausto rumano, lo que ha sido criticado incluso por sectores de la ultraderecha.

El líder del partido ultraderechista AUR, George Simion, ha ofrecido su apoyo a Georgescu para la segunda vuelta, a pesar de diferencias previas. Aunque Georgescu no pertenece formalmente a Alianza para la unión de los rumanos (AUR), su historial político y su retórica ultranacionalista coinciden en muchos puntos. Este respaldo consolida su posición frente a Lasconi, pero también profundiza el debate sobre la dirección política de Rumanía en un contexto de tensiones internacionales.

Redaccion: Zully Cjuro