Rusia lanzó este viernes el mayor ataque con misiles y drones explosivos sobre las principales ciudades de Ucrania, un día después de que su presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidiera más armas a sus aliados europeos durante su visita a Bruselas.
«Dispararon un número récord de misiles del tipo S-300 contra Ucrania anoche, incluidos hasta 35 en las regiones de Zaporiyia (sureste) y Járkov (noreste), y utilizó siete drones Shahed de fabricación iraní. Este fue probablemente un ataque récord», compartió el portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, Yurii Ihnat, para el medio de televisión Ukrinform de su mismo país.
Además, denunció el uso de estas armas rusas para atemorizar no solo al ejército ucraniano, sino también a sus ciudadanos, debido a que se lanzan cada vez en zonas más densamente pobladas.
Ante esto, varios kievitas tuvieron que refugiarse en las estaciones subterráneas del metro luego de que sonaran las alarmas antiaéreas sobre Kiev. Esto complica más la situación de sus ciudadanos que, además de las gélidas temperaturas que alcanza su país en estas épocas del año, vienen sufriendo las consecuencias de un conflicto internacional que ya va a cumplir un año el 24 de febrero.
Esto se da luego de que el día de ayer Zelenski pidiera en Bruselas más armas a sus aliados para defender la democracia y preservar el “modo de vida europeo”, además de insistir con su integración a la OTAN, pues “la suerte ucraniana ante Rusia depende de ello”.
El ataque lanzado hoy por el gobierno de Putin afectó a numerosas regiones del país, incluidas algunas ciudades como Kiev, Odesa, Leópolis, Járkov, Khmelnytskyi y la región de Zaporiyia, donde se encuentra la mayor central nuclear del país.