
Nada decidido. A pesar de haberse dado alternativas constitucionales ni el Congreso ni el Ejecutivo pretender cambiar en algo la situación, aunque algo calmada, luego de un mes, las diversas propuestas sobre el adelanto de las elecciones o la renuncia de Dina Boluarte han quedado poco a poco en el olvido.
¿Qué posibilidades quedarían para poder afrontar las peticiones de un buen sector de la población? El primer punto como salida a la crisis es la posible renuncia de Dina Boluarte, hecho que es altamente improbable. Y si ese fuera el escenario, tendría que hacerlo antes de culminar marzo, dentro de la Constitución existe un candado que la sucesión al mando presidencial debe ser el 28 de julio, por lo tanto, se debería dar las elecciones antes de julio, y en primera vuelta, hecho que sería inviable.
Por otro lado, dentro del Congreso, la facultad de adelantar las elecciones en dos legislaturas ha sido esfumada. Por un tema de plazos electorales, los comicios se realizarían recién para marzo o abril de 2024. Curiosamente, hubo una propuesta de adelantar elecciones al 2024, hecho que no fue apoyado por los bloques de izquierda, quienes pretendían convocar elecciones para este año.
Finalmente, el recurso de la legislatura extraordinaria podría incentivarse, la presidenta Dina Boluarte podría convocar a una legislatura extraordinaria teniendo la potestad de hacerlo, dónde haya una agenda para debatir únicamente el adelanto de elecciones, y se pueda priorizar el tema, parece no haber interés. Sin embargo, estamos a puertas de tener una nueva legislatura. Nuevamente sectores y ciudadanos estarían convocando nuevas manifestaciones.