
Desde el pasado miércoles, varias protestas y enfrentamientos se desataron en distintas zonas del país debido al “secuestro” y encarcelamiento del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, opositor del gobierno actual y líder de la revocación del ex presidente Evo Morales, por la policía boliviana.
En la madrugada del jueves, manifestantes en Santa Cruz incendiaron los edificios de la Fiscalía departamental, el edificio del Consejo Nacional de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Drogas (Conaltid) en la localidad y la residencia de un funcionario del gobierno, como protesta a la detención del gobernador.
El líder cívico de Santa Cruz, Rómulo Calvo, anunció una lucha pacífica para exigir al presidente Luis Arce la liberación de su gobernador y “evitar la innecesaria confrontación que su Gobierno pretende instalar”. Además, señala que el hecho es una provocación hacia todos los cruceños que no claudicarían en su lucha por la excarcelación de su autoridad.
Después del arresto del gobernador a mediodía del miércoles, cientos de personas se trasladaron hasta los aeropuertos Viru Viru y El Trompillo para evitar que Camacho sea llevado en un helicóptero hacia La Paz, lo que no pudo interrumpirse y el líder opositor pasó la noche del miércoles en una celda de los cuerpos de seguridad del Estado La Paz.
El encarcelamiento fue anunciado a través de un tweet por el ministro del Interior del gobierno boliviano, Eduardo del Castillo, sin dar mayores razones de la medida. Sin embargo, se conoce que la intervención responde a las imputaciones sobre supuestos actos terroristas provocados por Camacho en el 2019, que provocaron la salida de Evo Morales.