Puno no se detiene. Pese a que el pasado 5 de febrero el Gobierno amplió el estado de emergencia por 60 días más. La ciudad altiplánica no descansa y cientos de manifestantes se movilizaron y tomaron las carreteras buscando la renuncia de la presidenta Dina Boluarte.
Este lunes, los transportistas bloquearon las carreteras desde las 9am, además desde las 10am empezó una movilización hacia la Plaza de Armas.
Asimismo, pasada la 1pm se definió que algunos puneños viajarán a Lima a continuar las protestas contra la mandataria Dina Boluarte.
En el caso de las fuerzas del orden, las comunidades no permiten el ingreso de policías ni militares a la zona, los cuales se encuentran acantonados en el cuartel de Pachacútec en Ilave. Además, el ingreso y salida de los soldados es a través de vuelos en helicópteros.
De esta manera, los dirigentes acordaron que mientras más se militarice la región, se incrementarán los bloqueos en otros tramos y se deteriora la tregua al pase de vehículos en determinadas horas.
Con respecto a las autoridades locales, el alcalde de Puno, Javier Ponce Roque, detalló que la declaratoria de emergencia lo único que va a lograr es que la población responda de manera más rebelde.
“No había motivo para dar esta medida. En la ciudad de Puno, todo está pacífico. La gente está indignada por los muertos, varios de ellos menores de edad. Es una medida innecesaria. La gente pide la renuncia de Dina Boluarte”, explicó el alcalde.
Finalmente, declaró que la copiosa presencia de militares y Policía Nacional genera que aimaras y quechuas se unan y defiendan de un Gobierno que denominan como opresor.