La tarde del miércoles 7 de diciembre ante el inesperado y fallido golpe de Estado del exmandatario Pedro Castillo, la oposición parlamentaria encontró los votos suficientes para vacar al expresidente. El acontecimiento produjo una reacción dividida entre la población, algunos celebraron la destitución del maestro rural, mientras que otros se oponían a la acción ejecutada por el congreso calificando de ilegal. Inmediatamente, las protestas de parte de este último grupo acontecieron en diversos departamentos del Perú.
Las carreteras bloqueadas en la Panamericana Sur fue el comienzo de una serie de acciones que culminaron con el enfrentamiento entre policías y simpatizantes de Pedro Castillo, quienes distribuidos en Lima, Ica, Cuzco, Puno, Ayacucho y Apurímac exigían el cierre del congreso, la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el adelanto de elecciones generales.
En especial, Apurímac registró el asalto del aeropuerto Huancabamba por parte de una inmensa turba que ocasionó una serie de daños a la infraestructura del lugar y “ha tomado como rehenes alrededor de 50 personas entre operadores del aeropuerto y efectivos policiales” señaló un representante de Corpac (Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial).
Hasta el momento, las manifestaciones han dejado un saldo de 2 fallecidos, un menor de 15 años que ha muerto producto de un proyectil, y un joven de 18 años, quien perdió la vida a causa de una contusión en la cabeza. Además, entre los heridos se encuentra una niña, quien ha recibido un perdigón en el ojo y piden su pronto traslado a un hospital en Lima.