¿Hasta dónde piensa llegar Israel?
Es la pregunta que más intriga a la comunidad internacional; pese a ser uno de los temas centrales en la Conferencia de Seguridad de Múnich este fin de semana, no se ha encontrado una solución al tema de la franja, mientras el primer ministro se mantiene firme en su posición de lanzar una campaña terrestre en Rafah como única solución para terminar con el poder de Hamás.
Las Naciones Unidas han declarado que un ataque a Rafah sería un desastre humanitario sin precedentes e irreparable. Es una localidad donde últimos estudios revelan que se refugian entre 1,7 y 2,3 millones de personas, en su mayoría niños.
Ayer, en una conferencia de prensa, el primer ministro Benjamin Netanyahu, acompañado por su gabinete, declaró que no cederá ante la presión internacional.
Expresó que los esfuerzos unilaterales de crear un estado palestino impuestos a Israel como solución del conflicto con Hamás serían una recompensa por los actos terroristas ocurridos el 7 de octubre. La única solución, según el mandatario, es llegar a un acuerdo sin condiciones previas entre ambas facciones.
El Ejército israelí señaló que lanzará una amplia incursión en Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza. Sin embargo, pese a la postura mostrada por Netanyahu, el ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz, señaló en su comunicado oficial que esto solo ocurriría si los rehenes que quedan en manos de Hamás no son liberados.
El inicio de la campaña será a la par del inicio del Ramadán, a partir del 10 de marzo, retrasando la operación y la movilización de las tropas al menos por 2 semanas más.
Este cambio de postura en torno a Rafah aún no tiene una explicación oficial. Sin embargo, cabe resaltar que cada vez son más los países que se declaran en contra de las acciones tomadas por Israel. Entre ellos, el presidente de Brasil, Lula Da Silva:
‘Lo que está ocurriendo en la Franja de Gaza y con el pueblo palestino no tiene precedentes en ningún otro momento histórico. De hecho, existió cuando Hitler decidió matar a los judíos.’
Es evidente que la presión internacional es cada vez mayor, y la amenaza de un conflicto abierto con Egipto por los constantes ataques en su territorio podría disuadir al mando israelí de realizar una operación que cobre la vida de decenas de miles de víctimas inocentes.»
Redacción: Ricardo Carnica