
Esta mañana, el ministro de Trasportes y Comunicaciones, Raul Pérez Reyes, anunció oficialmente que la inauguración del nuevo aeropuerto será el uno de junio y ese mismo día comenzará a operar. Es por ello que previamente se realizará una fase de prueba denominada la “marcha blanca” que servirá para pulir el funcionamiento logístico y corregir errores antes de la implementación final.
Según el viceministro de Transportes, Ismael Sutta Soto, este periodo de prueba tendrá inicio el quince de mayo y las actividades consistirán en utilizar un menor número de aerolíneas que desarrollarán su función desde los espacios renovados del nuevo terminal. Esta nueva infraestructura comprende a lo que son pistas, abastecimiento de combustible, zona de conectividad aeroportuaria, zona de despegue y aterrizaje.
Lapso de transición retrasará vuelos
En esa línea, Sutta Soto, señala que el aeropuerto dejará de funcionar por un lapso de doce horas una vez comience la inauguración, por lo tanto, se tendrán que reprogramar numerosos vuelos. Esta interrupción de operaciones se debe a que se tiene que trasladar todo el material logístico desde el terminal actual hacia el nuevo.
En ese sentido, regiones como Pucallpa, Cajamarca, Ayacucho, Cusco y Arequipa, son las regiones que tienen mayor demanda de vuelos para el lapso de transición de doce horas. Sin embargo, en Pucallpa, Cajamarca y Ayacucho, se tendrá que hacer un trabajo más riguroso debido a la falta de iluminación nocturna, por lo que se contará en estos casos con el apoyo de Corpac para trasladar luces portátiles, para que así se habiliten los vuelos.
El directivo de LAP estimó que aproximadamente el 1 % de pasajeros diarios, equivalente a unos 700 viajeros de los 70 000 que transitan a diario por el aeropuerto, y tomarán sus vuelos desde el nuevo terminal en esta primera fase.
Autor: Héctor Sánchez