
Al medio día aproximado, millones de fieles observaron un momento histórico: La aparición del nuevo papa en el balcón central de la Basílica de San Pedro. Era el cardenal Robert Prevost, quien adopto el nombre de León XIV, que empezó a saludar al pueblo católico e impartió su bendición “Urbi et Orbi». Todos los asistentes lloraron de emoción y aplaudieron al nuevo líder de la iglesia católica.
A diferencia de su antecesor, el papa Francisco, el nuevo pontífice opto por vestir la tradicional vestimenta. Cada prenda de la ropa del nuevo papa tiene una profunda carga simbólica desde el aspecto histórico y teológico.
1. El solideo blanco, el pequeño gorro redondo que cubre la cabeza, representa la autoridad eclesial del papa.
2. La muceta roja, la pequeña capa roja, representa su compromiso con la compasión pastoral.
3. La estola roja con bordados dorados, que se coloca sobre los hombros, es un símbolo del sacerdocio.
4. Los zapatos rojos que simboliza la sangre de los mártires y la disposición del Papa al sacrificio por la fe.
5. El anillo del pescador, como el Anulus Piscatoris, representa su papel como sucesor de San Pedro, quien era pescador, y simboliza la autoridad que Cristo confirió a San Pedro.
6. La cruz pectoral, de tamaño grande que lleva colgada al cuello el Papa, tiene dos versiones: La sencilla que se usa habitualmente sujeta a una cadena y la pontifical que se usa en ceremonias solemnes y suele estar adornada con joyas.

Sin embargo, detrás de esta imagen solemne que emite la ropa del nuevo papa, León XIV transmitió humildad a través de su primer discurso ante la comunidad católica. En especial cuando dedico algunas palabras en español para su querida tierra de Chiclayo, donde ejerció como Obispo en 2014. En respuesta, todos los chiclayanos gritaron con júbilo a fueras de la catedral de la región.
Redacción: Mitzi Mendoza



