Un dantesco incendio forestal se produjo en Chile el último viernes y dejó como saldo al menos veintiséis personas fallecidas, centenares de heridos, y más de mil quinientas casas destruidas. Además, doscientos setenta mil hectáreas fueron consumidas por el fuego, en lo que se ha catalogado como el peor siniestro ocurrido en décadas.
Ante esta situación, el gobierno de Chile, declaró en estado de catástrofe las regiones de Biobio, Ñuble y la Araucanía.
En el mismo contexto, “hasta el momento hay siete personas detenidas por sus eventuales responsabilidades en la generación intencional de incendios”, sostuvo el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
Asimismo, a nivel nacional están activos doscientos sesenta incendios, de los cuales cincuenta y uno están en combate, ciento cuarenta controlados y el resto en observación. Las altas temperaturas, los vientos fuertes y la baja humedad han complejizado el trabajo de brigadistas y bomberos.
Por último, se sabe que al menos trece de los fallecidos son del municipio de Santa Juana, donde viven cerca de 13.000 habitantes, en la ciudad de Concepción (Biobío) y que el jefe de Estado, Gabriel Boric, tuvo que suspender sus vacaciones para dirigirse al lugar del siniestro.