Lima.- Ante el contexto sociopolítico que vive nuestro país tras el fallido golpe de estado del 07 de diciembre de 2022, la Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú emitió un “Comunicado por la paz en el Perú”, donde invoca a las autoridades y ciudadanos a construir la paz social en base al dialogo y propuestas viables para el desarrollo nacional.
“San Francisco de Asís, quien hizo del Evangelio su forma de vida, fue un heraldo de la Paz, siguiendo la exhortación del Señor: ´Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios´ (Mt 5,9). La paz franciscana florece en medio de un mundo conflictivo, como lo enseña San Francisco en su admonición XV: ´Son verdaderamente pacíficos aquellos que, en medio de todo lo que padecen en este mundo, conservan la paz de alma y cuerpo, por el amor de nuestro Señor Jesucristo´. La paz es, pues, consecuencia de tener a Dios en el corazón”, expresa el comunicado público emitido el martes 17 de enero pasado y suscrito por el Ministro Provincial, Fr. Nicolás Ojeda Nieves OFM.
Asimismo, la Iglesia enseña que “el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana” (Concilio Vaticano II, GS 25) y nuestra Constitución Política en su Art. 1 dice a la letra: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”. Es pues el cuidado y la integridad de cada persona la razón de ser de toda institución y participación política. “Por lo que corresponde, en un ámbito de corresponsabilidad, no solo al Estado el cuidado de la persona, sino también involucra a toda la sociedad y por ende a los propios ciudadanos”.
La Provincia Franciscana de los XII Apóstoles del Perú considera que “las manifestaciones son parte del ejercicio democrático, y tal como lo dice nuestra Constitución en el Art. 2, n. 12, “las personas tienen derecho a reunirse pacíficamente sin armas”.
“Las manifestaciones son justas si reivindican causas justas y se realizan sin violentar los derechos de las personas y no conduzcan al caos y la anarquía. No basta reivindicar solo el derecho de los manifestantes. También está el derecho de los ciudadanos que se quieren movilizar para trabajar, para estudiar, para una atención médica, cuyos derechos son perjudicados cuando de modo sistemático se bloquean las carreteras, se toman aeropuertos, se violenta la propiedad, se agrede a la policía y se pone en riesgo la vida de las personas”, precisa.
El comunicado hace referencia a la historia reciente del Perú y aboga por la construcción de una sociedad más justa, pero de manera pacífica, sin recurrir a la violencia: “Nuestro país tiene una historia sangrienta producto de la violencia interna y que generó más pobreza. Ciertamente todo abuso de autoridad debe ser investigado y debe realizar su justo proceso, pero estamos convencidos que solo con la paz, el diálogo, propuestas viables que incentiven el progreso de nuestros pueblos marginados, podemos superar nuestra crisis. Compartimos las palabras del Papa Francisco el 28 de abril 2017: “Ninguna incitación a la violencia garantizará la paz, y cualquier acción unilateral que no ponga en marcha procesos constructivos y compartidos, en realidad, sólo beneficia a los partidarios del radicalismo y de la violencia”. Concluye con una frase de San Francisco de Asís: “¡Señor, haznos instrumentos de tu paz!”