Las víctimas son irlandeses de las fuerzas de paz que se encontraban en un convoy de dos vehículos blindados. Según la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU, FINUL, los disparos se produjeron cerca de la aldea de Al-Aqbiya, justo fuera de la zona de operaciones de la FPNUL.
Además, precisaron que han iniciado las investigaciones correspondientes con poca información y versiones contradictorias. La ONU presume que el grupo paramilitar Hezbollah sería responsable del ataque.
Tras el atentado, el ejército irlándes informó que cuatro de sus miembros del personal fueron trasladados al hospital de Raee, cerca de Sidón. Uno de ellos murió en el camino al centro médico, otro fue operado y su estado es grave, y los otros dos soldados presentan heridas leves.
El Primer Ministro irlandés, Micheal Martin, se declaró “profundamente conmocionado y muy entristecido” por la pérdida humana y afectación de sus compatriotas.
Por otro lado, un representante de Hezbollah se pronunció sobre el hecho indicándolo como “incidente no intencionado” y descartó su participación en el tiroteo.