
En marco de las continuas protestas y paros desde el pasado 7 de diciembre por el fallido golpe de Estado del expresidente Pedro Castillo, la ciudad sureña de Puno será nuevamente la protagonista de las protestas en Lima, denominada la segunda ‘Toma de Lima’.
Cientos de ciudadanos puneños de los pueblos aymaras partieron desde la provincia de Juli en dirección a la capital para continuar con las protestas en contra del gobierno de Dina Boluarte y el Congreso de la República.
Se calcula que los manifestantes arribarán en Lima el 1 de marzo, luego de salir de Juli, cruzarán Puno, para enrumbarse hacia Juliaca, luego, partirán hacia Arequipa para finalmente llegar a Lima.
El retorno de las manifestaciones se anunció el último 20 de febrero con la campaña: “volveremos y seremos millones». Los integrantes de estas protestas son los aymaras de las provincias del Puno, Ilave, Collao, Chucuito y Yunguyo.
Según cifras del comité de lucha de la zona sur de Puno, viajan a la capital alrededor de 5 mil personas en 15 buses y vehículos menores. Para un futuro, planean enviar entre dos mil a tres mil quechuas y aimaras por cada una de las 13 provincias. Por ahora solo parten 1500 personas por cada localidad.
Los puneños manifestaron que han reunido dinero para solventar el envío de sus representantes a Lima. Precisan que no hay narcotraficantes ni mineros ilegales sino que consiguieron financiamiento a través de aportes voluntarios, polladas, colectas casa por casa, en barrios y comunidades para cubrir la estadía y alimentación de sus representantes.
Además, un sector de transportistas de carga pesada también anunció su protesta por la dimisión de la presidenta y justicia para los más de 60 muertos durante las protestas, por lo cual paralizarán sus actividades entre el 2 y 8 de marzo.
La convocatoria al paro fue realizada por el Frente Nacional de Transportistas. Su vocero, Javier Corrales, precisó que no bloquearán carreteras, sino que se quedarán en sus respectivos garajes y no saldrán a trabajar. A su vez, no descartaron que la medida de fuerza se extienda.