Siete meses se cumplieron desde que la presidenta de la República, Dina Boluarte, asumió el mando tras la vacancia de su antecesor Pedro Castillo. Desde un primer momento, su gobierno ha sido rechazado por la población, en específico en el centro y sur, a causa de su pésima gestión y por las muertes registradas en las marchas entre finales de 2022 e inicios del presente año.
Dejar el poder o una eventual vacancia presidencial, parece ser la única solución a esta crisis para algunos. En medio de la coyuntura política que vive el país, distintos analistas dieron su opinión al respecto en una entrevista hecha por un medio local.
El antropólogo César Ureña, y docente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) , aseguró qué, en estas fiestas patrias no habrá motivos de celebración. También se refirió a Boluarte Zegarra afirmando qué, posiblemente esté buscando la forma de liberarse de toda responsabilidad política y penal por las muertes que pesan en su contra.
“Llega al 28 de julio sin nada que celebrar y posiblemente pensando más en cómo librarse luego de responsabilidades políticas y penales por las masacres. Su figura y palabra están tan deslegitimadas que ningún discurso ni ofrecimiento podrían reparar el enojo y agravio”
En esa línea, la Politóloga y docente de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), PUCP y UNMSM, Rubí Rivas, señaló lo siguiente: “Algunas razones son iniciar anunciando mando hasta 2026 sin mencionar acción para salir de la crisis política, su inadecuado manejo de conflictos sociales, la carencia de interlocutores válidos para construir consensos o acuerdos políticos y la percepción ciudadana de una capacidad de gestión limitada o ineficiente ante los principales problemas”
Por su parte, el sociólogo Mario Berrios, quién se desempeña como docente en la Universidad Nacional de San Agustin (UNSA) y Católica de Santa Maria en Arequipa, sostuvo que en muchos lugares la desaprobación contra Boluarte aumenta, más en el centro y sur porque las personas tienen en su memoria las muertes que hasta el momento no se investigan con celeridad, entre otras razones.
“En todas las zonas, su reprobación crece. En el centro y sur es mayor por las represiones. La población tiene en su memoria las muertes que no se investigan de modo célere. Otras causas son la ausencia de la figura presidencial en esas zonas y que la imagen de mujer humilde identificada con el pueblo se desgastó pronto, en parte por sus pésimas declaraciones”
Redacción: Manuel Vera